Por segunda ocasión, la Semana Santa pasará factura al país: el repunte de los casos de COVID-19 va en aumento y se juntarán con las reuniones que se realicen con motivo del día de las madres. Ocurrió lo mismo el año pasado, a pesar de los llamados a no salir las playas se llenaron y la estabilización de los casos duró varias semanas.
Ciudad de México, 17 de abril (SinEmbargo).- Los casos de COVID-19 comienzan a mostrar los estragos de las vacaciones de Semana Santa. De acuerdo con los reportes de la Secretaría de Salud (SSa), del 5 de abril a la fecha, los casos activos aumentaron 27.8 por ciento.
Al 15 de abril de este año, los casos reportados son de 29 mil 297, mientras que el pasado 5, eran de 22 mil 914.
La tendencia del periodo previo era positiva, ya que para el 31 de marzo, se tenían 32 mil casos activos, lo que representó una disminución de casi 10 mil casos en cuatro días; pero fue la última gran reducción, ya que desde entonces la cantidad anunciada va siempre al alza.
Esta situación ya tiene un precedente. El año pasado, la Semana Santa transcurrió todavía en medio de la incertidumbre y de las dudas de cómo cuidarse de ser contagiado de coronavirus, ya que la pandemia tenía poco más de dos meses en el país. A esas semanas de asueto se sumó el Día de las Madres, que se festeja el 10 de mayo.
Para la capital del país, esas semanas fueron un parteaguas en el número de casos de COVID-19: en ese entonces reportó 48 casos diarios de coronavirus; 15 días después, que es el tiempo en que en promedio incuba el virus, la cantidad de casos brincó a 423.
Esa cantidad se registró el 20 de abril y a partir de entonces la cifra no bajó: 421, 465, 529, 645 casos diarios.
Ese repunte de casos se controló hasta octubre, que fue el periodo en que se dio la reapertura de algunos espacios públicos y la activación del Semáforo Epidemiológico. A nivel nacional, el pico más alto de número de casos se dio a mediados de julio, concretamente el día 20, con 9 mil 081 casos. La cifra logró bajar hasta el 6 de octubre, cuando se registraron 5 mil 879 casos. Vino un periodo de calma, para luego dar pie al repunte más grave, que fue el de diciembre de 2020 y enero de 2021.
Aunque la vacunación ya arrancó, la mayoría de la población en México aún no la recibe y lejos de recordar la lección que dejaron las vacaciones y el Día de las Madres del 2020, hace unas semanas las plazas y las playas se volvieron a llenar.
Apenas el 4 de febrero se comenzó a registrar la disminución de casos luego del periodo de fin de año. En la conferencia de prensa de ese día, Hugo López Gatell, subsecretario de Promoción de la Salud comentó al respecto: “Tengamos, sin embargo, cautela, lo quiero dejar absolutamente claro para que nadie se llame a sorpresas. Nada garantiza que esta tendencia se mantenga, excepto el comportamiento poblacional. Que quede muy claro: esto no es ninguna garantía de que se acabó la epidemia”.
En la conferencia de prensa del pasado jueves 15 de abril, el doctor José Luis Alomía, Director General de Epidemiología, comentó que están “expectantes” y que realizan el monitoreo de cambios que en su momento puedan producirse en estos días porque representarán un incremento derivado de la movilidad durante las vacaciones de Semana Santa específicamente el fin de Semana Santa largo.
El doctor López Gatell dijo al respecto que en este momento, Estados Unidos y Canadá ya tienen también una tendencia ascendente, aunque no con la intensidad de ocasiones anteriores. Agregó que hace una semana se detectaron el aumento de casos en Chihuahua, Baja California Sur y Guerrero, lo que empezó a preocupar.
En esa misma conferencia de prensa del jueves, la doctora Olivia López Arellano, Secretaria de Salud de la Ciudad de México, añadió que en la capital todavía no hay indicadores que muestren un aumento, pero en lo que sí hubo mayor demanda fue en las pruebas que detectan el virus.
“Esto ha sido por una invitación del propio gobierno a todas las personas que regresaron de vacaciones que por alguna razón estuvieron expuestas, que hicieron fiestas, fueron a reuniones, se reunieron con familiares más allá de su núcleo habitual de convivencia, los hemos estado invitando para que vayan a hacerse una prueba porque esto nos va a permitir identificar rápidamente personas positivas, aislar y dar el tratamiento y el seguimiento que está estandarizado en la ciudad”, explicó.
A pesar de que se han realizado más pruebas, aún no se detecta una variación en la positividad y se mantiene ésta en un índice de 10 por ciento.
Sin embargo, en caso de que venga el incremento, la doctora López Arellano detalló que la capacidad hospitalaria está en buenas condiciones y se mantendrán las extensiones hechas los meses anteriores.
“En los hospitales híbridos hemos hecho una recuperación gradual de camas para atención no COVID, pero tenemos la capacidad en 48 horas volver a recuperarlas, o sea, esto sí la forma como se hizo la reconversión hospitalaria nos permite tener mucha flexibilidad […] Se siguen haciendo estas intervenciones particulares de las unidades de primer nivel haciendo tamizaje, el barrido casa por casa se ha sobre todo concentrado en las personas positivas en los sitios de mayor vulnerabilidad, pero se mantienen las campañas de información y el fomento y la regulación sanitaria, por supuesto”, concluyó.